lunes, 22 de junio de 2009

El Bosque Encantado o Monte del Burro

En Frutillar Alto existió un hermoso bosque, en las alturas de las lomas donde hoy esta ubicada la copa de agua potable de Essal.
Contaban los más antiguos parroquianos que a ese bosque lo llamaban el Monte Del Burro. Se decía por esos tiempos que en medio de su espesura había un claro donde existían tres extrañas piedras: la primera en forma le luna; la segunda con forma de sol, y la tercera era igual a una estrella. Estas piedras tenían como guardianes gigantescos árboles del bosque, que en noches de luna resplandecían con extraordinarios destellos, ante ésto, la primera piedra fulguraba como una inmensa joya de plata; la segunda piedra brillaba en grandes estallidos dorados semejantes a un sol de oro; y la tercera piedra resplandecía como una inmensa estrella de diamantes con los inquietos colores del arco iris. Contaban también los abuelos de nuestros abuelos, que en noches sin luna se podían observar en la punta de estos gigantescos árboles, el reflejo de luces como inmensas linternas iluminando el cielo de la noche.
Decían que cuando algunos valientes que se atrevieron a visitar el bosque en noches de luna llena, sobre esas rocas luminosas se sentaban tres hermosas mujeres a escobillarse y peinarse el cabello, cada una rodeada de sus también hermosas doncellas, adornadas con flores de relucientes colores, degustando los más exquisitos manjares.
Un día, talaron el bosque y desaparecieron los árboles, las piedras también se esfumaron en los misterios del tiempo. Y aquellos hombres que se atrevieron a espiar a estas mujeres, como castigo se quedaron solterones para siempre y los que eran casados antes del año se separaron de sus esposas o quedaron viudos…

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